Ante un ambiente cambiante y de incertidumbre generalizado y a nivel global, el sector turístico se resiente. Desde el punto de vista de la oferta y la demanda, se han de cuestionar las estrategias, segmentos y subsectores sobre los que incidir para replantear el mapa del nuevo mercado turístico.
Pero, ¿en qué se traduce la capacidad de resiliencia del sector turístico? Según las últimas cifras de la Organización Mundial del Turismo, la llegada de turistas internacionales caerá entre un 60% y 80% en relación con el 2019 con motivo de la covid-19. La demanda viene determinada por un turista eminentemente nacional y una oferta que todas las Comunidades Autónomas trabajan por reforzar.
El turismo rural como protagonista
En este sentido, y ante el nuevo escenario, el turismo rural se reposiciona como principal nicho de mercado vinculado a la oferta de turismo de interior. Si los desplazamientos se limitan a ámbitos geográficos más cercanos y el viajero nacional se postula como el segmento predominante, parece que la resiliencia del sector pasa por dar un impulso al turismo rural.
Así, desde la Secretaría de Estado de Turismo se ha puesto en marcha planes de reactivación del sector turístico alineadas con los principios de sostenibilidad socioeconómica y medioambiental. Se trata del Plan de Impulso al Sector Turístico post COVID 19. Una reactivación que pasa por medidas y líneas de trabajo que promuevan el uso eficiente de los recursos, que sean puente hacia una economía limpia y circular tal y como recoge el Pacto Verde Europeo.
La apuesta pasa por dotar a territorios de recursos que puedan desarrollar estrategias de destino vinculadas al turismo sostenible. Aquí, el turismo rural, el turismo de naturaleza y el ecoturismo toman protagonismo y fuerza para, entre otras, ser motor de cambio y respuesta ante la crisis del sector.
No solo a nivel nacional se está fomentando el turismo sostenible, la Comisión Europea ya tiene en marcha el proyecto “Next Generation UE” articulada sobre una triple óptica basada en garantizar una autonomía estratégica de las cadenas de valor y proteger a pequeñas y medianas empresas.
Creación y Gestión de Alojamientos Rurales
El turismo rural se presenta como uno de los subsectores que pueden asegurar al viajero una experiencia óptima y segura en todas las fases de su viaje. Con capacidad de desarrollar modelos que generen menor presión sobre el medio y que sin duda, vela por la sostenibilidad social y ambiental en el territorio que se desarrolla. No se busca volver a cifras y porcentajes pasados, hemos cambiado de era y en esta, la sostenibilidad y los destinos rurales son la respuesta a través de nuevos indicadores que ofrezcan garantías en nuestra calidad de vida.
Es por eso que el ISM pone en marcha el curso Creación y Gestión de Alojamientos Rurales. Con el objetivo de reinventar y revitalizar el sector turístico, aborda de forma integral todos los aspectos y herramientas necesarias para poner en marcha una idea de negocio en entornos rurales.