La pandemia del Covid-19 ha tenido un gran impacto mundial. Un hecho de consecuencias históricas, cuyo golpe económico y social ha sido una bola de nieve que ha terminado colapsando a todos los países del planeta. Por motivos sanitarios, se vienen realizando restricciones de movilidad; las cuales afectan de manera negativa a las económicas nacionales y, en particular, al sector del turismo.
Así y todo, esta limitación – solo desplazamientos de ámbito local y regional – está teniendo un impacto positivo en el turismo rural y de naturaleza, dada la creciente demanda de las personas de estar al aire libre. En la búsqueda de disfrutar del verde de los arboles, escuchando el canto de los pájaros, sintiendo una brisa fresca en el rostro u oliendo el reconfortante aroma del suelo mojado después de una lluvia para restaurar el ánimo, las personas reducen el estrés y la ansiedad producido por la pandemia.
El turismo rural en España
Esto ha generado grandes expectativas para sortear las crisis del sector turístico en España. Una de las mayores debilidades del turismo rural español es la carencia de productos conectados con los valores de la naturaleza. Tradicionalmente, los modelos de negocio en turismo se han esbozado en considerar las expectativas y deseos de los turistas. A partir de ahí, crear productos turísticos, esperando que los turistas se sintieran identificados para activar su motivación de compra.
Por ejemplo, el turismo rural se ha basado en crear una multitud de casas rurales sin ninguna idea de producto que integre el paisaje y sus oportunidades. Lo que ha generado importantes fracasos y pérdidas sustanciales de dinero privado y público. Recogiendo las palabras de Arturo Crosby (2011), los turistas rurales se aburren.
“Una vez superada la crisis de ansiedad del stress, al llegar al campo, se pasa a la fase de consumismo, de turismo, pero sin embargo, no existe una oferta de animación, donde haya parte vendible como producto y parte asequible, como experiencia”. El turista se aburre y por tanto no tiene motivación para alargar su estadía, con la consecuente pérdida de competitividad”.
La naturaleza reporta multitud de beneficios y valores biológicos, sociales, económicos, culturales – entre otros- a las personas, a la sociedad y al lugar donde vivimos. Pocas veces valores como restauración psicológica, resiliencia o biodiversidad son incorporados en el diseño de productos turísticos. Como forma de conectar con las emociones de los turistas, mejorar los equipamientos, las infraestructuras, etc. favoreciendo así experiencias múltiples y diversificadas.
Soluciones Basadas en la Naturaleza
El proyecto europeo Naturvation ha diseñado un modelo de negocio que se basa en identificar los valores que aportan a las personas las Soluciones basados en la Naturaleza (SbN) para construir propuestas de valor de alto impacto. Lo cual, tiene una enorme utilidad para el turismo rural y de naturaleza que aspira a conectar a los turistas con los ritmos de la naturaleza.
El modelo Naturvation se centra en “Cómo las empresas utilizan y plasman los beneficios de la naturaleza en su propuesta de valor”. Basándose en 3 elementos claves:
- ¿Qué valor se utiliza y para quién?
- ¿Cómo el valor es entregado, ¿Con qué recursos y que socios?
- ¿Cómo se plasma el valor? ¿Cuáles son los costos y flujos de ingresos económicos?
En consecuencia, ¿Quién pagará por el valor que se proporciona? Aquel turista o grupo de turistas que se sienten emocionalmente identificados con el valor que se entrega. A sabiendas que la naturaleza tiene múltiples valores, habrá múltiples propuestas de valor, para diferentes personas o grupos de clientes. Lo que significa que hay distintas fuentes de ingresos. Por lo que, no es solo un único cliente quien paga por la naturaleza, sino varios tipos de clientes.
Veamos, por ejemplo, un hotel rural con explotación agraria-ganadera. Posee diferentes propuestas de valor para diferentes personas. Para el propietario del hotel, instalar un techo verde mejora la energía eficiencia del edificio proporcionando aislamiento. Los techos verdes también ofrecen valor al pueblo. Previenen de inundaciones al retener el agua de lluvia, ayudan a mantener la biodiversidad y mejorar la calidad escénica. Además de eso, los vecinos y turistas de otros hoteles, se benefician de tener hermosas vistas al techo verde. Asimismo, los guías locales no solo basan la ruta en la historia del pueblo sino también en las plantas y aves vistas en los techos verdes pudiendo educar a los visitantes sobre la importancia de la conservación del medio rural.
Así, podemos ver que diferentes personas reciben diferentes tipos de valor de los techos verdes. Y cada persona pagara en función de los beneficios que recibe. De esta forma, detallar los valores de la naturaleza ayuda a los gestores públicos y privados a generar sinergias para mejorar las iniciativas turísticas, integrar las propuestas con los valores del entorno y enriquecer la experiencia de los turistas.
Formación en Turismo Sostenible
El nuevo curso de Especialista en Turismo Sostenible: Gestión de alojamientos y actividades de Ecoturismo, abarcamos estas cuestiones desde la puesta en marcha de un alojamiento en un entorno rural, hasta el diseño y ejecución de actividades ecoturísticas de calidad y atractivas para el público. Destacando, especialmente, las rutas interpretativas en espacios naturales con objeto que se resalten los valores tangibles e intangibles de la naturaleza.
Con ello, queremos contribuir aportar conocimiento y herramientas técnicas para consolidar el concepto de turismo sostenible. Así como abrir nuevas perspectivas para gestionar con equidad, a efectos de aportar beneficios a la sociedad y acrecentar el interés de los visitantes por los destinos rurales tomando en cuenta los beneficios y valores que les reportan.
Gonzalo de la Fuente, Doctor en Ciencias Biológicas y docente en el ISM, es el autor de este texto.