La mochila ecológica es un indicador que nos ayuda a conocer el impacto ambiental que los productos tienen sobre el Medio Ambiente. Te contamos todo lo que necesitas saber sobre ella.
El objetivo es cuantificar la cantidad de material requerido para conseguir una unidad de producto final. Desde la extracción de las materias primas, su fabricación, el envasado, transporte o el tratamiento de los residuos que genera.
Origen del concepto Mochila Ecológica
El término «Mochila Ecológica» fue acuñado por Friedrich Schmitdt-Bleek, una de las voces precursoras en los debates sobre sostenibilidad medioambiental y eficiencia de los recursos.
Para producir un producto se necesitan materiales de la naturaleza y energía. Tomemos como ejemplo un coche. Resulta necesario movilizar distintos tipos de materiales en la naturaleza en un gran número de países para su posterior extracción, procesamiento, transporte y transformación en miles de distintos componentes necesarios para un coche. Asimismo, para que haya energía disponible es preciso invertir en materiales como el acero, el cobre, el petróleo y la arena, incluso para obtener energía solar. En cada paso, desde el origen en la naturaleza hasta el producto final, se generan residuos. Eso es lo que llamo la «mochila ecológica». La mochila suele ser 30 veces más pesada que el producto en sí. Esto es insensato, excesivo y —desde el punto de vista técnico— un saqueo innecesario de nuestro planeta.
Diferencias entre Mochila Ecológica y Huella Ecológica
Pese a que ambos son indicadores del impacto ambiental de productos y servicios, hay diferencias entre la mochila ecológica y la huella ecológica.
La mochila -que los productos cargan a sus espaldas- explica la cantidad de materiales utilizados para la elaboración de un producto a lo largo de todo su ciclo de vida y se expresa en kilogramos.
En cambio, la huella ecológica nos indica el territorio necesario para proporcionar los recursos necesarios y se expresa en hectáreas globales (hag) por habitante y año. Este concepto fue acuñado por William Rees y su entonces alumno, Mathis Wackernagel en 1996.
Ciclo de vida de los productos
El precio de bienes y servicios no refleja la «verdad ecológica»
– Ernst von Weizsäcker, (fundador del Instituto Wuppertal)
Todos los productos pasan por una serie de etapas desde su introducción en el mercado hasta su retirada. La extracción de materias primas, elaboración del producto, envasado, su transporte y posterior gestión de residuos generados. A estas etapas se les llama ciclo de vida de un producto.
Cada una de estas etapas deberá ser analizada para poder evaluar la mochila ecológica del producto y de esta manera, poder reducir sustancialmente su peso.
Ejemplos de Mochila Ecológica
Los productos de consumo diario son como un iceberg: lo que se ve (el producto) pesa mucho menos que lo que no se ve (todas las fases previas y posteriores de su ciclo de vida).
– Ecologistas en Acción
En palabras del propio Friedrich Schmitdt-Bleek un ejemplo claro de la mochila ecológica de un producto son los smartphones o teléfonos inteligentes. Cargan con una mochila de 70 kilogramos: 600 veces su propio peso.
Una alianza de oro de 10g supone 3.500 kilos de materiales de la mina. En cambio, otros productos similares, cargan con una mochila ecológica bastante más reducida: el mismo anillo de plata mueve 75 kilos.