La situación económica mundial, y particularmente, la situación española, nos empuja hacia cambios profundos en la forma de trabajar y en la forma de comunicarnos. Cada vez es más necesario, hasta el punto de convertirse en vital en algunas ocasiones, saber bien qué imagen tenemos y qué imagen transmitimos, personal y profesionalmente, porque eso es lo que nos distingue de lo demás. Y una vez sabiendo esas dos cosas, estaremos en disposición de saber en qué cuestiones tenemos que trabajar para poder ir ganando en confianza, en credibilidad, en seguridad, en crecimiento y en resultados.
Hace ya muchos años que uno de los mejores pensadores de management del mundo, Charles Handy, escribió un libro fundamental: “El elefante y la pulga”, en el que hablaba de cómo iba a evolucionar el mundo económico y empresarial, desde un sistema protegido por grandes multinacionales que actuaban como patriarcado, hasta un sistema totalmente diferente, basado en la individualidad y el trabajo autónomo.
Hoy en día se está produciendo a gran escala este cambio que anunciaba Handy, un cambio que es una enorme oportunidad de ganar en respeto, en crecimiento, en profesionalidad y en humanidad en el mundo empresarial.
Y en ese cambio de escala, la imagen es esencial. El saber vender, el saber transmitir, el saber comunicar, con pasión, con entusiasmo, con confianza, aquello que nosotros sabemos hacer, aquello que nosotros podemos aportar, es algo de lo que tenemos que preocuparnos, desde ya. De nada nos sirve ser buenísimos consultores, o buenísimos ingenieros, o buenísimos expertos medioambientales, si el otro, si el mercado, no se entera y no se convence de que eso es así, de que nosotros somos valiosos y de que generamos y aportamos valor añadido esencial para su crecimiento.
Preocuparse de esto, significa buscar la manera de saber en qué punto me encuentro, qué clase de vendedor, qué clase de comunicador soy, y qué mensaje estoy trasladando y cómo se está entendiendo ese mensaje. Preocuparse de esto, significa también, que, una vez que sé en qué punto me encuentro, busco las herramientas necesarias para avanzar, para mejorar, para ser cada vez mejor en eso. Herramientas hay muchas. Para nosotros, dos de las más potentes, son el coaching y el aprendizaje experiencial.
El coaching aporta la reflexión y el descubrimiento de nuestra forma de mirar, de nuestra forma de entender el mundo. De cómo lo enjuiciamos y de cómo nos juzgamos a nosotros mismos y a los demás. Y de qué trabas nos ponemos con base en esos juicios. Aporta también la posibilidad de liberarnos, en cierta medida, de esos juicios, de esas creencias, cambiándolas o modificándolas, o simplemente, poniéndolas a favor nuestro.
El aprendizaje experiencial aporta la posibilidad de entrenar, de simular, de probar, de equivocarse, de mejorar en situaciones simuladas nuestra respuesta, para que, cuando llegue la verdadera oportunidad, nosotros podamos responder de la mejor manera posible.
Nuestra imagen profesional descansa en una serie de competencias, todas ellas relacionadas con la inteligencia emocional. El coaching y el aprendizaje experiencial permiten el entrenamiento y la mejora de todas y cada una de esas competencias, y por tanto, un desarrollo de nuestra inteligencia emocional.
¿Cómo aprenderemos mejor a negociar: leyendo un libro, aunque sea buenísimo, sobre negociación, o poniéndonos a negociar, teniendo a nuestra disposición dos o más personas que nos van a ayudar a ver dónde podemos mejorar?. ¿Cómo aprenderemos mejor a lidiar con nuestro estrés: viendo un vídeo de relajación, o practicando distintas técnicas guiadas?.
En la jornada de coaching, branding y aprendizaje experiencial celebrada el 18 de julio en el Instituto Superior de Medio Ambiente, impartida por MyO Company, se tuvo la oportunidad de ver y experimentar las ventajas de este tipo de herramientas.
Fue una pequeña prueba de un programa formativo intenso y profundo, en métodos y herramientas, que puede prepararnos para un salto cualitativo en nuestras habilidades profesionales y en nuestra imagen.
No te lo pierdas. El futuro te espera.